Las tres cruces, Aguafuerte, buril y punta-seca. 2º, 3º y 4º estado.
Rembrandt, 1653.
Este es uno de los mejores grabado de la historia del Arte y un buen ejemplo del denominado "grabado creativo", es decir, aquel que se vale por sí mismo para expresar una idea o sentimiento. Rembrandt Van Rijn fue revolucionario en este sentido, puesto que no utiliza la técnica del grabado para la reproducción de imagenes previamente creadas (dibujos, pinturas...) sino que desde el princio araña la superficie de cobre buscando la escena final, con todos los efectos de claroscuro. Así, se puede observar una manera muy característica de trabajar, en la que corrige, añade, quita o modifica personajes, haciendo distintas estampaciones de prueba (conocidas como pruebas de estado, pruebas de autor o simplemente "estados") hasta llegar a la imagen final. En resumen, se puede afirmar que Rembrandt considera el grabado al mismo nivel que la pintura. No es un método de reproducción, sino de creación.